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Figuras de arenas




Estatuas en la arena dormidas en la playa
de amores repartidos por todo el universo,
el viento yace quieto ponderando mi verso
y el sol deja su sombra para cuando se vaya.

El beso se entremezcla con la sal que se explaya
entre sorbos de idilios encumbrando el reverso,
las miradas le siguen el delirio es disperso
cual esfinge del tiempo que en pasos se desmaya.

Inmóviles perecen, con la lluvia y la brisa,
admirados de lejos el burgo se extasía
de ese par de siluetas en mar de querubines.

Tan amante que besan los besos de la prisa,
como flores que nacen y mueren en jardines
y el verso que te eleva que llamamos poesía.



Color de ausencias




Sentada a la ribera de mi infancia
confiada te regalo la mejilla
cerrándose mis ojos de chiquilla
recibo tu cariño de fragancia

He sentido tu amor como ganancia
dentro de mi ha quedado la cosquilla
de tener la divina maravilla
del recuerdo acortando la distancia

Te quedas suspendida en mi regreso
tu cara se marchita de añoranza
sellaremos seguro con un beso

Tantos años perdidos de carencias
mis versos cantaran con alabanza
despintando el color de mis ausencias.


Nocturnal





No pienses esta noche que mi dolor respira
olvídate de hablarme reguarda la palabra,
la vida se te frustra con un adacalabra
mejor cubre este verso que toda mi alma estira.

Ven a mirar el cielo de mi mundo que gira
en la nube de un verso con la letra macabra,
que sufre los embates del que sufre y que labra
y el deseo que excita con afán de mi lira.

No puedes retractarte la vida es la balanza
en donde se sopesan las causas merecidas,
donde los pormenores se erigen en sonrisa.

Y los tantos rencores destrozan las medidas.
Por eso nunca dejes que muera tu esperanza
que tu dolor es verbo saliendo de la brisa.



“Éxtasis”




Un temblor de caderas en la tarde,
erosionó mis ansias en aumento,
tan sensual y brutal el movimiento
cual vibrante deseo sin alarde.

Voy perdiendo el gemido cuando arde
en la hoguera del éxtasis el viento,
la lujuria ha servido de alimento
a las ganas que impiden me retarde.

Tú te mueves jinete desvestido,
galopas sobre mí sin restricciones
nos amamos atando las pasiones

del deseo que incita a ser villana.
Y mi cuerpo cansado y embestido
sobre el tuyo se queda hasta mañana.


La nostalgia de la tarde




Viene la tarde de su arrullo llena,
de los sauces cayéndose sus hojas
reparten las tristeza sin congojas,
por la hora confinada y más serena.

Busco en las notas placidas la pena,
la luz de libertad sin paradojas
y siento la quietud cuando sonrojas
al viento profanado que enajena.

Así voy repitiendo el mismo esquema,
buscando en el latido del momento
el eco que renueva el firmamento.

Dejándome la rima anonadada,
el alba me desborda con su yema
la nostalgia revuelta y despiadada.



"Tu rendición"




Se desnudó olvidando los pudores,
le seguí preservando mi estrategia,
saltaron con la lengua los gemidos
la noche de lujurias veraniegas.

No refrené los bríos más usados,
ni arrinconé minutos consentidos,
deje que me llevaran los instantes
por mareas plasmadas con instintos.

Fui río de cadencia prolongada
fluía con caudal lento y seguro,
al final convertida en catarata.

Extasiaba el vigor preconcebido.
Y tú, te me rendías en la cama
abracando mi cuerpo con el tuyo.


Rima de mi oda




Haré de ti primor de mis primores,
del aire, la fragancia del ambiente,
de la tierra el más fértil pretendiente,
la cosecha  amorosa sin errores.

Haré de ti ,mi altar de los mayores,
apóstol soberano persistente,
escudo protector de mi aliciente,
deseo varonil de mis fervores.

Haré de ti la musa que no olvida,
pujante visionario de mis días,
el verso musical que te acomoda.

Que admite coalición en la subida,
el Fausto pasionario en fantasías
que vibras con la rima de mi Oda.


"Árbol de vida"



  
Un día planté un árbol en mi alma
sin ramas, transparente, casi seco,
cabía en su interior todo el invierno
y un temporal de primaveras muertas,

Allí guardé la esencia de la vida,
los anhelos mojados de mis manos,
con la sonora y dulce compañía,
del fruto que retoña del te amo.

Ya no queda de mi árbol ni siquiera:
la sequedad de su árida fachada,
ni las dudas destruidas por la penas
ni huellas del vendaval que nos inspira.

Ya se extinguió la furia de la prisa,
los sueños tan candentes, la lujuria,
apagadas antorchas de emociones,
y un concierto de noches sin fortuna.


"Amante bohemio"




Mi galán mercenario de palabra y de pluma,
hoy mis ecos se pierden en tu labio risueño
las caricias que emanan de tu beso sin sueño
son mis mares de olas con saladas espumas.

Eres labio que muerde mi selvático puma
que trasciende mi paso conservando el empeño,
y en su porte más alto tu perfil es de isleño,
con la dulce palabra que merece la suma.

Te regalo mi esencia con lujosos hechizos
con tus prosas de invierno condensas la congoja,
de un andar sigiloso proclamando el bautizo

Consensual te me prendes y por eso te llamo,
buen amante bohemio cancelas paradojas
y el gemido sincero que desata el te amo.


Musa de mi poesía




Un día te encontrarás en mi poesía:
varonil, audaz y un poco solapado,
cadencioso, muy sexual y hasta callado,
fabricado con mi amable fantasía

En mi locura plagada  de ambrosía,
de poeta y buen amante te he inventado,
con la risa que recorre el verde prado
voy colgándome a la sombra de tu hombría.

Tu que lates con la letra de mis versos,
agradece  que mi rima consentida
desconoce que perduras en mis besos,

Y que vives porque yo te he dado vida,
en las horas que el reloj no se detiene
y tu musa inspiradora sola viene.


Hieles y miel




Acógeme en tu noche de parpados de estrellas
de luces y claveles de besos sin querellas.

Refúgiame en el umbral  de un sueño sosegado
en el labio superior del beso demorado

En el sexo indecente que nace del deseo
buscado en los oscuros momentos que poseo.

Despiértame ondulando tu cuerpo sobre el mío
plegado a mi cintura cual ola de mi río

Desátame el antojo que lento prolifera
vedándome al anhelo de nueva primavera.

Desvísteme la noche de luz sin camuflaje
pactando en mis gemidos el orgasmo salvaje.

Atrápame en tus redes dispuesta están mis galas
regálame ilusiones donde amarrar mis alas.

La vida  sigue ingenua con sus hieles y miel
con el beso soñado de la brisa en la piel.


El río de mi vida




Mi río con su cauce descosido,
se impone describiendo a la llanura,
el verde lo rodea en espesura
su zarza va flotando con su ruido.

Sus aguas siguen rauda el recorrido
saltando los obstáculos de altura,
despojos de caricias sin holgura
tañidas a un final muy conocido.

Mi río de la vida se detiene
en la orilla de penas imborrables,
su corriente segura me sostiene.

En la cúspide que une mis pilares
y sigue así moviéndose confiable,
hasta llegar a unirse con tu mares.


Demencia de olvido




Si se borrara tu nombre de mi mente
por cualquier enfermedad que de improviso,
sin dejarme en un motivo el noble aviso,
disipara  tu recuerdo de mi fuente.

Si olvidara tu deseo de mi vientre,
el calor de tu mirada en mí conciso,
bastarían unos vientos sin permiso
caminando entre las rutas del presente.

Yo diría que mi sol en las alturas
calentaría el vestigio de la ausencia,
con sus rayos restaurados de ternuras.

El arpegio musical de mis acciones,
despertaría arsenales de demencia
con tu nombre cautivando mis canciones.


Hola amor




Hola querido amor te veo despierto,
en la orilla  conservada  de mi sueño
entre el inquieto rubor del loco empeño,
y el deseo prematuro que es incierto.

Te observaba cavilando en el concierto
entre el dulce conspirar de los risueños,
estertores melodiosos y pequeños
impregnados en las dudas del acierto.

En el borde de mi abismo te encontrabas
balanceándome feliz por la cintura,
tus deseos me excitaban con dulzura.

Despertaron sensaciones ya febriles
pues soñaba suavemente que me amabas,
entre caricias de besos muy sutiles.


Perdida en un verso




Cuando me sientas lejana no me llores,
cuando me veas perdida entre los vivos
no te culpes ni despojes mis olivos,
del perfume delirante de mis flores.

Cuando no sientas fragante mis olores
y mis verbos no despierten incentivos,
siempre intenta reciclar en mis archivos
ese bello madrigal de mis amores.

Pues la vida que camina cual ruleta,
se detiene primorosa en los instantes,
en ternuras tan triviales, rozagantes.

Ya perdidas en el verso que respira,
escondiéndose en lo oscuro de la grieta
de ese sexo pasional que te suspira.


“Si a veces me detengo”





Si a veces me detengo, es para tomar impulso,
para secar mis alas y al levantar mi vuelo,
dejar mis sentimientos en el duro desvelo
acotejando acciones en este mundo insulso.

Si a veces me detengo, respiro en el convulso
momento que denota los tonos de mi pelo,
un beso que medita por el ansiado anhelo
se vuelve lluvia y viento de todo lo que expulso.

Si a veces ves que expiro, con la mirada extraña,
si ves en mi suspiro la lira del quebranto,
no creas que deliro en un verso perdida.

Tan solo es que mi miedo de amante, te acompaña,
con deseos que pueden acrecentar mi llanto,
en la nota afinada de una aurora escondida.


‎"Ojos de niña"





Quiero mirar el mundo con mis ojos de niña,
saborear la vida con su amargo de dulces
y correr por mis sueños sin caerme de bruces,
porque soy como vid cosechada en mi viña.

Quiero ser manantial y resquebrar mi morriña,

en un verso que huela como el viento en los sauces
y prenderme en candiles alejada de luces,
con el canto que pueda deslumbrar la campiña.

Quiero ver con mis ojos de bemoles sin runa

al amor penetrar el abismo prohibido,
porque soy inocencia descendiendo oportuna.

En el prado tranquilo de mi lar de prudencia

despertar los deseos que prefieren dormido,
dibujarme colores con su nueva apariencia.

"Silencios"




Hay un silencio de hojas que me miran:
son voces amarillas sin raíces,
arboles marginados sin encantos
observándome desde su colina.

Hay un silencio con olor a muertos
en los mares de incrédulas ausencias,
vitorean mi nombre por mis sueños
y quisiera acallarlo en mis rutinas.

Hay música de ríos y de avernos,
de abuelos con sus manos en el viento,
surcando los adioses del recuerdo,
estrujando el amor de sus ancestros.

Hay silencios de madrugadas frías,
de besos retenidos con los tiempos,
silencios con remesas de pasiones
y amores que se mueren en un verso.








Rosa de cristal



Rosa de cristal te me deshaces
como la vida afanando galas,
la lluvia tempestiva en escalas
mojando impetuosa mis disfraces.

Rosa de mis lágrimas voraces
ruedas humectándome y exhalas,
fría sensación que me regalas,
tristezas pacientes y mordaces

Espero renueves tu belleza
brillando con pulcra transparencia,
no importa si cueces con el llanto

Tu suave fulgor sin aspereza,
si eres el color de la decencia
Rosa de cristal de mí quebranto.