"Camina mujer"

Camina mujer

Camina mujer por la calle erguida,

con la frente alta sin ningún sonrojo,

no importa si es gris esta amanecida

si el cielo es azul o quiere estar rojo.

Camina despacio aun cierra tu herida,

en los anaqueles solo hay despojo

y tu eres sonrisa y luz de la vida,

la duda es absurda y colma el enojo.

Con tu talante y total donosura

alfombraremos de amor natural

los cielos y mares del universo,

pasiones futuras que serán tu aval.

Lira Triste

Hoy mi lira se me ahoga entre tristezas,

en memoria de mis sombras olvidadas,

hoy caminan y revuelan desbandadas

de palomas afianzándome certezas.

De recónditos rincones con flaquezas

se despiertan percibiendo cautivadas,

vendavales de emociones consternadas

ilustrando el manantial de mis simplezas.

Ya no escucho mi trinar de enamorada,

si mis muertos solo vuelven en mis sueños,

el recuerdo se me agolpa de la nada.

Y quisiera detener tranquila el beso,

en la nube del amor de mis ensueños

y el pasado que se torne un verso tieso.

A la espera de un te quiero

Si algún día le reclamas un te quiero

a la vida con su andar, monotonía,

si recibes de la brisa la porfía

del amor quizás vestido de soltero.

Solo abriga aquel abrazo mañanero

en el torso del regazo y la utopía,

no lo dejes que se muera en la estadía,

de ese verso doloroso  prisionero.

Pues la vida con sus pausas se le olvida,

detener, con su vaivén en la demora,

ese tiempo que se pierde cual gaviota.

En los mares azulados del ahora

y retorna con su música de huída,

cuando el viento del recuerdo lo alborota.

"Miseria"

Hay un crujir de lamentos y agonías:

niñez sin frutos llorando por el mundo,

universo petulante en lo infecundo

en convulsa y denigrante sinfonía.

Dolor latente de hambrientas felonías,

inocentes que amanecen al segundo,

en sus manos arraigando el vagabundo

deseo, que desvanece fantasías.

Tu mirada fraccionada en las esperas

de un mañana sin futuros, ni esperanzas,

ya no juegan ,ni se ríen querubines.

Solo espero que retornen primaveras,

nuevas lunas confortadas de confianzas,

con arrullos y candor de serafines.

“Todo lo que deje"

Yo me fui pero dejé

un surco de mil palomas

en mi pelo muchas lomas

que con verso aparejé

deje tanto amor dejé

un odio olor de prisiones

unos besos en balcones

cual zorzales cantarines

Mi rosal y mis jazmines

envueltos en mis pasiones.

Cuanto preludio he dejado

por los montes de mi tierra

el abrazo que no cierra

el dolor de mi costado.

Mi verde y extenso prado

el dolor de mis ojeras

al perderme primaveras

trotando mundos sin valles

 ilusión de viejas calles

por el mar de mis fronteras

Ya me fui pero he dejado

un sentimiento de flor

un amigo de candor

despertando lo soñado

Tantos años han pasado

pero aun llevo el beso aquel

de mi madre de oropel

con sabor a despedida

mi corazón no se olvida

de ese tiempo de papel.

"Tu décimas que me inspiran"

Despierta todo mi sueño

tus décimas adheridas

en las pupilas tranquilas

de mi mundo del ensueño

suben por el entreseño

llegan al parpado quedo

se inmiscuyen en mi credo

se visten con mis olores

desnudando mis fervores

enredados en mi dedo.

Y siguen su recorrido

por el plano de mi cara

celebrando en la preclara

 elocuencia de cumplido

un par de cejas sin ruidos

estampadas en la frente

con su entrada consecuente

que deja ver con sus ganas

el empezar de las canas

impregnándose en mi mente.

Llegan hasta mi cerebro

retozando con la brisa

perfumada en la sonrisa

que se mece en el requiebro

mojándose con el Ebro

en sus corrientes tan finas

que dibujan mis esquinas

de pianos con notas suaves

cantándole a los triviales

sinsontes de mis retinas.

"Preferencias"

Del edén, el paraíso delicioso,

de los mares, la marea tan salina

de los ríos con su zarza de rutina,

desdeñando la apatía de lo hermoso.

De las flores, el jazmín que es oloroso,

para amarte, la lujuria  que domina,

del soñar, el sueño azul que no culmina,

despertando en el dulzor de lo mimoso.

Del versar, el laborioso Alejandrino,

de pintura, el gran Leonardo con su tino,

de la música, pernocto en la sonata.

De los buques, yo prefiero mi fragata

pues navega por el mar de mi existencia,

con pasiones matinales, sin prudencia.

"Orgullo de mujer"

Naciste para amar joven sensata

con el sabio custodio de la vida

tu vientre es lira suave que convida

al preludio de noche y serenata.

Naciste para amar y te delata

el amante deseo en tu movida,

provocas con tu paso de acogida

del éxtasis el hombre se percata.

Naciste como solo nace un ser,

abrigas tus arpegios de ambrosías,

anhelos que se vuelven fantasías,

Procreas con el arte del placer,

bendecida por Dios con energías

es un pilar de orgullo ser mujer.

"Parajes de espejos"

Estoy en el minuto de encontrarme

mirándome en  la estrella refulgente,

el sueño no pretende visitarme

quedó en algún paisaje de mi mente.

La noche tan oscura ha de ocultarme

en la sombra galante y complaciente,

con ruidos de sirenas escoltarme

y disfrutar tranquila del ambiente.

Recuento de la vida y sus excesos:

amantes pasajeros e importantes,

los días ya perdidos con los besos.

Locuras de placeres excitantes,

gemidos de añoranzas con festejos,

quedados en parajes sin espejos.

Tarde para volar

Es muy tarde para levantar vuelo,

mis alas se cansaron con los años

volaron tantas veces los engaños,

ya quiero descansar de mi desvelo.

Ya es muy tarde claudico del recelo,

el tiempo de pasiones no lo extraño,

se fueron confundidos en huraños

deseos en descuidos del anhelo.

Solo quedan recuerdos ya vividos

nadando entre los pliegos con ausencias,

caricias fantasmales de carencias.

El beso consintiendo las Auroras,

lujuria de caprichos reprimidos

volando con los siglos de las horas.

"Milongas de mi tango"

Voy buscando en la vida bellos sueños rosados,

bandoleros  amantes con vigores de olivo,

de mis musas fragantes son el verso instintivo

con la lira del alma quiero atarte a mis lados.

He buscado en los mares, en la lluvia, en los prados,

he buscado en la culpa que no tiene motivo,

en la miasma, en la zarza de tu río pasivo,

en futuros dejados de presentes pasados.

Ya no encuentro tus besos, ni mis sueños marcados,

ya no veo la risa que despierta el te quiero,

pero sigo buscando por las huellas de fango.

Sin tener la fortuna de tener resultados,

indagando en las sombras de un bolero sincero,

en milongas del tiempo, que reviven mi tango.

"Cántico místico"

  

Cantan los vientos tu nombre y el mío,

dulce su letra de amor y esperanza,

canta la luna y la estrella llanera

mil sintonías de notas fugaces.

Canta el invierno y calienta el cruel frío,

canta entre nubes y grises paisajes,

voz de zorzales que entona la estepa

fiel reconcilio de todos los mares.

Cántico místico eterno y sereno,

piadoso amante de caricia loca,

tiene el extracto salado de olas.

Pasión terrenal de lírica pura,

cantan los vientos amores sombríos,

versos con rimas de grandes poetas.

"Encadenada"

Una vana esperanza se ha escondido

en tu alma inclaudicable de clemencia,

guardando en filigrana la decencia

del verso que pregona el cruel olvido.

Una luz ilumina mi sentido

fraguando con sus luces de impotencia,

soledades pedidas con urgencia,

desamparo que grita su estallido.

No te vayas de mí  fiel añoranza,

no te vayas buscando los caminos,

no pierdas solapada la confianza

entre mundos de lluvias cristalinos,

me encadeno a tu amparo sin tardanza

con tus ecos sonoros y marinos.

"Triunfos y fracasos"

Sujétate letal a mi garganta,

al verbo que no evita el desvarío,

la palabra coacciona al poderío

y su veracidad jamás espanta.

Aférrate al versado que te encanta,

a la rima de amor y del hastío,

cuídate de la garra del  impío,

 demente singular que se quebranta.

Pues si sigues la ruta de ese río;

encontrarás nostalgias y tristezas,

agonías descritas de albedrío.

En caminos perdidos a tu paso,

un caudal de letrados con certezas

aplaudiendo tus triunfos y fracasos.

  

"Sin destino"

Detrás de ti se me esfumo el destino,

se fue junto a tu sombra de espirales,

como el humo que nace como sino

de labios  fumadores y cordiales.

Contigo se me fue lo más divino,

los años más hermosos y banales,

la juventud dorada que previno

los sueños más genuinos y florales.

Te fuiste aquella tarde de verano,

el sol acariciaba el horizonte

y el viento respiraba por el monte

Eternas sensaciones de tu mano,

dibujaste un adiós de polizonte

y en el alma dejaste el beso insano.

"Piel de mujer"

Él quería llevarla con su mundo de cosas

ella quiso seguirlo y desvió su objetivo,

encontró la salida de las noches tediosas,

sin aromas de penas sin razón ni motivo.

Él quería apresarla con sus besos de rosas

en un verso elocuente de ademanes furtivos,

ella fue consecuente con sus notas virtuosas

le entregó sus candiles pasionales de olvido.

La creía  princesa enamorando su ser,

pero solo era fuente de su sed pasajera,

él trató de esconderla de miradas precisas,

Ella pudo seguir con su ruta viajera.

entre brazos fornidos que detienen las brisas

arrastrando delirios en su piel de mujer.

"Sumida"

Ella solo quería vestirse de ilusiones

besar las madrugadas, llenar el sentimiento,

quedarse trasnochada en un mar de sensaciones,

volar como las hojas llevadas por el viento.

Tan solo ella quería, cobijar sus canciones,

elevar melodías de arpegios sin lamentos,

sucumbir ante el beso entre nubes de emociones

y vivir a plenitud sus ansiados momentos.

Pero un día se marchó persiguiendo la luna,

en los pasos dormidos de la huella sin nombre

y buscó su morada por las sombras perdidas.

En los viejos recuerdos cansados sin fortuna ,

encontrose en la mirada extraviada de un hombre

en pasiones de olas palpitantes, sumida.

Sin pasado

Pasaste por mi sueño quedándote aferrado,

en el labio supremo de mi boca de miel

y así fue supurando de mis ojos la hiel,

de rincones oscuros de mi sutil pasado.

Entraste por mis manos llegaste a mi legado,

atado como dueño de mi luz y mi piel

y fuiste como el río sin su cauce más fiel

despidiendo mañanas al partir de mi lado.

Pasaste por mi vida fuiste más que un pasado

del que nunca recuerdo cómo fue su esplendor,

hay más brillo en mi cielo no parece cansado

pues mi ruta del viento la perfuma el amor.

puse rumbo al presente de futuros de prosas,

con mis versos amantes entre vinos y rosas.