De aquella noche solo queda el viento,
un simple recordar en cada hora,
un verso que se muere en el lamento
confiando regalarme alguna aurora.
Me queda el estupor, el descontento,
la angustia, el desamor que se evapora,
la loca desazón del loco intento,
la miel con el dulzor que te enamora.
De aquel bello querer queda el momento,
grabado en la memoria que me llora,
un beso, una canción que sin tormento
detiene ese minuto que demora.
Me deja retratado el firmamento
el beso que acaricia y que devora.
2 comentarios:
Con el "recuerdo" de aquella noche nos dejas este soneto precioso.
Un abrazo.
Asi es, hay noches que dejan, bellos versos y otras, que ni recordarlas quieres...que tengas un lindo dia mi estimado amigo, le dejo mi abrazo navideño...que tengas el mejor de los dias.
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