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"En el ocaso de un verso"


Sí…Era uno de esos días,
que te hiela el viento,
uno de esos …
en que las horas te pesan
y los recuerdos vienen como una ráfaga,
no puedes discernir que pasó
pero logras entender,
que no se pudo evitar.

Sí…Fue una de esas noches
que no conciliaba el sueño,
una de esas…
que sentí el frío de la soledad
calándome el alma
sueños que eran pesadillas martillándome,
vestidos del color de la impotencia,
al no poder atrapar el tiempo.

Sí…¡Fue un amor divino!
Que cumplió su tiempo de gloria,
pasó por el libro de mi vida
dejándome de huella frutos hermosos,
escribiendo con letra cursiva
sus capitulos para ser contados
llenos de mieles, abundancia, pobreza,
deseos, pasión e ilusiones,
pero también dolor.


Sí...es verdad,
fue una historia de amor más,
frustrada por la incoherencia del verbo,
por la inexperiencia y juventud de sus protagonistas,
castrando con traición los juramentos
la fe y la confianza.

Sí, es verdad que recuerdo,
es cierto que dolió, pero ya no duele,
se quedó inerte flotando en el vacío
sin vida, sin pulmones, ya no respira
todo se ahogó junto al anhelo de seguir,
en la oquedad del sentimiento.

Pero algo de él,
quedó tatuado en mi sangre
cual epopeya de un amor
que hace mucho voló
y perdió sus grandes alas
en el tiempo con memoria,
inconciente, fétido, carcomido…
muerto,
en el ocaso de un verso.

Maria de los Ángeles Espinosa

(Cubabella)

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