Volveré; con el silbante amanecer
del Octubre rezagado y resentido,
aprendiendo a despertarme del olvido
sin el miedo degradante del ayer.
Y en mis labios llevaré sin florecer
aquel beso que guardaba contenido,
en las tardes de mi espera sin sentido,
de los tiempos que pasaron sin querer.
Volveré; como la blanca golondrina
que voló sembrando soles en la mar,
y seré tan solo sal entre tu espuma.
ése verso que respira y te domina
fuego bravo que pretende prolongar,
el deseo que se adhiere y te perfuma.
y al volver tan pasional tu alma divina,
me encarcela si es que intento despegar,
este vuelo que germina con mi pluma.
Maria de los Angeles
(Derechos Reservados)
del Octubre rezagado y resentido,
aprendiendo a despertarme del olvido
sin el miedo degradante del ayer.
Y en mis labios llevaré sin florecer
aquel beso que guardaba contenido,
en las tardes de mi espera sin sentido,
de los tiempos que pasaron sin querer.
Volveré; como la blanca golondrina
que voló sembrando soles en la mar,
y seré tan solo sal entre tu espuma.
ése verso que respira y te domina
fuego bravo que pretende prolongar,
el deseo que se adhiere y te perfuma.
y al volver tan pasional tu alma divina,
me encarcela si es que intento despegar,
este vuelo que germina con mi pluma.
Maria de los Angeles
(Derechos Reservados)
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