Teniéndote a mi lado, qué más quiero,
si eres el sol, la luna y mi estrella.
La vida me resulta que es más bella,
+atada a tí, me siento tu velero.
Si puedo retener tu barco empero,
tendré que navegar la mar aquella,
vibrante en mi latir, mi ser resuella,
en todo el vendaval gris de tu enero.
Si tengo el deseo que ata el instante,
tu cuerpo calentándome el delirio
con besos que conocen el suplicio
de hacerme estremecer bien palpitante,
seré la más feliz en mi martirio,
llevándome tu amor hasta el desquicio.
2 comentarios:
¡Qué bello es el amor cuando uno se entrega sin medida! Un poema muy bonito, María.
Gracias amigo...es bello tenerte aca...un abrazito y feliz vida.
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