Se me cerró la noche con la bruma,
se me enclaustró mi llanto con el viento,
se apagaron las fuerzas con el miedo
y el olor con dolor a despedida.
Se oscureció la vida en su quebranto,
mi mundo se tornó negro y
austero
el eco de mi voz fue sacrilegio,
gemía en su agonía sin contratos.
Se pierde la alegría en un segundo
cuando llega el adiós sin condiciones,
idealizas el beso y la caricia,
Todo tiene marcado su momento.
el comienzo nos llena de su aroma
y el final con lo triste que termina.
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