Detrás
de los cristales inclementes del tiempo
descubro
blanca lluvia de granizo y de miedo,
celebro
la victoria de escuchar el silencio
bajando
la cortina del amor y del odio,
Camino
en la mirada pervertida del verso,
del
beso prolongado, la caricia y el sexo,
esbozo
mi sonrisa de futuro plausible
de
mares y horizontes, cosidos con el viento.
Y
siento la locura que se pierde en el nombre.
Claudico
esperanzada por los ríos del alma
cual
adagio al enigma que me envuelve y exalta,
esta
vida es tan hueca vale más disfrutarla.
Esta
vida que a veces tiene opacos vitrales,
que
resulta incolora con textura de estrellas,
con
parajes helados donde solo los buenos
ejecutan
poemas con sentires reales.
Es
por eso que escribo detrás de mis cristales:
con
el beso en mis labios y otro beso en mi mano,
nenúfares
que flotan en mis ríos triviales
y
mi pluma promiscua te lo obsequia versado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario