Ahí, en esa parte de tu ser
donde el deseo se despierta,
se nos muere y resucita.
Donde dos, son más que dos
y el atrevimiento,
es ley universal.
Allí, donde los secretos
son verdades no mentiras,
donde el gemido baila
y rebota la sonrisa.
Donde el silencio se rompe
con deliciosas maldades.
Y la lengua en su pesquisa
de embestida solo invade.
Y los dedos palpan todo
y los labios besan suaves
donde la furia delira
Y la lujuria
se regala a raudales.
Ahí estoy yo
junto a tu cuerpo,
llena de sed
piel con piel,
carne y sexo
más allá del tiempo
del amor y del querer.