Atrévete, a calmar mis remolinos
retozando entre mis tantas fantasías,
besar instantes obviádos tan divinos,
en madrugadas que añoras y que ansías.
A caminar sin pisar las viejas huellas
de la arena del destiempo que desmiente,
bautizar tus pretensiones con estrellas
abrigándote la piel con sed ardiente.
Atrévete a compartir nuevos momentos
con la magia del deseo y del amor,
enterrando para siempre los lamentos
y mecer nuestras caricias sin temor.
No importa si el reloj toca a deshora,
ni tampoco la distancia de los vientos,
solo importa nos amemos con demora
y que goces mis delicias sin tormentos.
Atrévete a construir entre mis rosas
un santuario de pasiones con frescura,
que tus labios aprisionen mis hermosas
soledades, con tu sexo y tu dulzura.
Atrévete a unir tu fuerza a mi locura,
cambiando la larga noche por el día,
clonando tu resplandor a mis ternuras
vibrando al bandoneón de mi poesía.
retozando entre mis tantas fantasías,
besar instantes obviádos tan divinos,
en madrugadas que añoras y que ansías.
A caminar sin pisar las viejas huellas
de la arena del destiempo que desmiente,
bautizar tus pretensiones con estrellas
abrigándote la piel con sed ardiente.
Atrévete a compartir nuevos momentos
con la magia del deseo y del amor,
enterrando para siempre los lamentos
y mecer nuestras caricias sin temor.
No importa si el reloj toca a deshora,
ni tampoco la distancia de los vientos,
solo importa nos amemos con demora
y que goces mis delicias sin tormentos.
Atrévete a construir entre mis rosas
un santuario de pasiones con frescura,
que tus labios aprisionen mis hermosas
soledades, con tu sexo y tu dulzura.
Atrévete a unir tu fuerza a mi locura,
cambiando la larga noche por el día,
clonando tu resplandor a mis ternuras
vibrando al bandoneón de mi poesía.