vistas en total

“Condenado amor”

 


 
Estábamos condenados desde las horas primeras
cuando la lluvia mojaba los bordes de tu sonrisa,
y con la simple caricia despertamos primaveras
en un segmento del mundo dibujado con tu risa.
 
Estábamos condenados cuando un alud de ambrosías
paralizaba el deseo de las locas noches viejas,
y fueron naciendo secos manantiales de poesías,
entre sexo y tardes idas dejando sus moralejas.
 
Por eso nunca crecimos solo hundimos los ocasos
en el parpado maldito del tiempo que nos condena,
pues varamos en un mundo sacrificando pasiones.
 
Ya terminaron las furias culpables de los fracasos,
el barco va a la deriva sin timonel ni cadena,
viviremos del recuerdo de las antiguas canciones.
 
María de los Ángeles Espinosa
(derechos de autor)


No hay comentarios: