vistas en total

"a mi Virgen del Cobre"






Te siento en el arrullo silente de la aurora
en la luna que abriga mil vidas lisonjera,
te siento en la palabra que viaja prisionera,
te cubres de mi credo más fuerte en cada hora.

Te siento en el minuto de ausencia que demora,
en la lucha perenne que no tiene frontera,
abarcas con tu manto los ríos de mi espera
y los hijos lejanos te llaman salvadora.

Te siento en cada gesto mi virgen venerada,
allí junto a tu cobre de amor descubro el alma
y dejo con respeto toda mi devoción.

De rodillas te pido bendigas la alborada,
mis hijos y familia los miedos de mi calma,
te dejo mis anhelos e imploro tu perdón.

María de los Ángeles Espinosa
(DERECHOS DE AUTOR 2014)




“La noche”




La noche es como un pájaro sin alas
que vuela con sus brumas petulantes,
te invita, te seduce con sus galas,
y mueve su gemir por los instantes.

Callada y muy sutil se entrega toda,
su suave plenitud sin decadencia,
inspira como musa que acomoda
un sexo sin pudor y sin decencia.

La noche con su aroma que te obliga
perece en la lujuria de tu tacto,
erótica, tajante y lisonjera.

Me cubre del deseo que me intriga.
su embrujo de las horas es exacto
y calma la impaciencia de la espera.


María de los Ángeles Espinosa
(derechos de autor)

"Volaste golondrina"


Volaste golondrina mis mañanas,
te fuiste por los cielos siderales
repartes en mis pocas horas vanas
tristezas que parecen musicales.

Despierto y al buscarte en mis espejos;
preludia la razón de mis extraños,
seguro que estarás lejos… muy lejos
en la dulce nostalgia de mis años.

Volaste con mis jóvenes avíos
cantando en la penumbra de un pasado,
ya nunca volverás eso es sabido.

Hoy me quedan tus nobles extravíos 
el tiempo de dolor ya se ha borrado
del libro donde guardo lo vivido.

“Agonía de un milagro”




Estoy esculpiendo un milagro
en esta absurda hora de otro día,
buscando entre las espinas solitarias
un alma amiga.

Estoy desenterrando de la tierra
insípidas verdades que fueron mis senderos
escudriñando espacios que me quedan
cansados del silencio.

Queriendo así vivir plena el momento,
Me guardo en la maleta ese pasado
que duele solo al tacto de mis besos.

Quisiera ser mañana o ser aurora
y levantar el día con mis rayos.

Y trato de vivir muy consecuente,
dejando en mis escritos relicarios
de amor y de pasiones comprendidas,
futuros que se vuelvan inmediatos.

Estoy… tratando de seguir, si puedo,
cargando con las culpas de los años,
subiendo una bajada que me cuesta,
llorando cuando sea necesario.

Las lágrimas el viento me las seca,
prosigo ya sin ritmo por mis pasos.

no quedan por abrir ya muchas puertas,
se acerca el firmamento tan lejano.

Se me mueren las noches siempre muertas,
en versos que prefieren que no calle,
cuando agoniza el milagro.

María de los Ángeles Espinosa
(derechos de autor)

“Silencio que amanece”



Silencio que amanece
y la lluvia se apaga,
el sol entra muy lento
por la rendija del tiempo...

Se escuchan los murmullos,
se alegran los claveles y vibra sus entrañas.
¡Silencio!... que se acaba…
y el viento no aminora.

La noche se me escurre
y vibra este momento.

La luz se hace más clara, el sol casi enamora,
y yo me saboreo de este sueño de aurora.

¡Silencio que amanece!,
Y es tan fugaz la hora,
si parpadeo pierdo
este instante que devora.

¡Silencio!, ¡pido silencio!
va amanecer ahora,
es un segundo eterno,
sublimizar me toca.

¡Silencio que amanece, como ayer en mis olas!
levito en los minutos
y cantan caracolas.
Se escapa… se termina…
y nadie lo valora.

¡Silencio que amanece!
y lo disfruto ahora.

María

“Imposible olvidar”





Como puedo olvidarte si caminas
por antiguos deseos olvidados,
te aferras al instante de agonía,
estrujando los íntimos amagos.

Como puedo olvidarte si no puedo.
Si encadeno al pasado mi suspiro,
mis olas sobrevuelan en tu viento
y mis ojos te buscan en el vino.

Como puedo seguir si ya no quiero
despertar en mi cama con delirios,
si la luna es testigo de mi quedo
cuando tiembla mi boca si te escribo.

Como puedo olvidarte es imposible,
la noche se estremece con mi pluma,
la prisa de mis versos te define
y deja con las horas mis excusas.

María de los Ángeles Espinosa
(derechos de autor)