Andaré
sin andar por las alturas
los
cielos enojados del poema,
vagaré
por la curva de la yema,
del
pasado banal de mis locuras.
Caminaré
sin prisas mis corduras,
mis
ratos de recuerdos sin esquema,
deslumbrando
la tarde que me quema
la
rúbrica que muere sin figuras.
Marcharé
con los mares de mi calma,
por
sendas improvistas sin permiso
recogiendo
caudales de ilusiones,
guardadas
con los años de mi alma.
Y
dejaré al partir con un aviso:
Mis
versos vendavales de emociones.
1 comentario:
Bonito soneto.
Un abrazo.
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