Aun
llevas en tus brazos mareas de mi viento,
en
la mirada parda cargas mi melodía,
noche
de tentaciones cuando con mi lamento,
escondía
mi alma colgada a sinfonías.
Y
guardada en lo eterno mi rosa se moría,
despiertas
mis memorias esgrimiendo el verano,
el
invierno calando mi gris melancolía,
y yo
lo despedía silente con mi mano.
Aun
llevas mi calor pegado a tu regazo,
mis
besos en tu boca mi aliento en tu vocablo,
el
beso que me diste colgado está en mi abrazo,
y
cuando me recuerdas soy ángel o soy diablo.
Aun
llevas en tus labios el sabor de ambrosías,
fanático
optimismo con acento ladino,
todavía
pareces cristal de fantasías,
mentira
que se ahoga en mi verso y tu vino.
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