Llega el tardío amor de primavera;
su esencia de claveles que me azora,
me extasía, me inunda, me devora,
despertando utopías sin barreras.
Silencioso transita por la espera
el caudal de mis mares que le explora,
va danzando su magia en mis auroras,
despidiendo la tarde lisonjera.
Alejado ha quedado todo el tedio
y las noches de abriles sin ocaso,
llegó Mayo, saciado de emociones
Me reclino a su brisa sin retraso,
prefiero sucumbir entre sus predios
de besos melodiosos, mis pasiones.