El no sabe que lo busco...
el ni sabe que lo sigo...
con mis pasos que retornan
el no sabe que no vivo,
y tampoco que le sueño
en las noches de delirios,
cuando pienso que le quiero.
El no sabe que conozco
cada instante de sus horas,
cada instante de sus horas,
que respiro sus silencios
cada tiempo de la aurora,
que sus besos yo lo siento
y su aliento me devora.
El no sabe que soy ave
que mi alma no lo ignora
que acompaña mis mareas
y que sube mis montañas
descendiendo con demora
el no sabe que me duermo
con sus besos en mi boca
que me toca con sus manos
y también que me enamora.
Que su viento me revuelve
y sus ecos son mis olas,
su mirada es ese fuego
que me quema y evapora,
si duermo es en sus brazos
y si beso es su boca.
Si despierto es que me duermo
con su cuerpo hecho de roca,
suspirando hasta el cansancio
cuando siento que provoca.
El no sabe, el ignora,
que en mi vive, que estoy loca,
y quizás nunca lo sepa...
y lo guarde con mis cosas
en los íntimos recuerdos,
silenciosos que le lloran.
No hay comentarios:
Publicar un comentario