Me envolvió tu mirada gris de repente,
dibujándome tu pícara sonrisa,
sortilegio de química diferente,
arraigándose en mi tarde de premisa
Fue sutil y sorpresivo aquel instante,
solo hablaron nuestras almas que nerviosas,
calentaban todo el mundo delirante
y otras vistas se volvían mas curiosas
Parecíamos dos jóvenes traviesos
con la dulce desazón dentro del pecho,
amarramos infelices nuestros besos
a las ansias que ignoraron los despechos.
Fue un influjo algo irreal, de amor y embrujo
que borraba las tristezas del pasado,
la ternura fascinada nos condujo,
a beber de nuestro elixir tan soñado.
Un regalo de mi Dios que sin medidas
va llenando soledades de tristezas,
he olvidado sin querer viejas heridas
los errores de la vida y mis flaquezas.
Hoy me vuelvo a levantar noble y confiada
con la firme convicción de amar y amarte,
solo vivo mi presente ilusionada.
con la paz que me provocas.. al mirarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario